El video de Tony Winston presenta una posible aplicación de la armonía negativa en progresiones con dominantes encadenados.
Los dos conceptos utilizados son:
1. La inversión del V7 como IVm6
2. El sentido opuesto de progresión en el círculo de quintas
En relación al punto 1. la inversión simétrica en el eje del G7 daría un Dø pero la tónica no es D sino F, con lo cual el acorde es un Fm6
En el caso de V7 I (G7 CΔ) la versión negativa sería Fm6 CΔ
Si prolongamos la progresión por quintas: D7 G7 CΔ, el opuesto sería Bm6 Fm6 CΔ
etc.
El siguiente paso es considerar el Fm6 como tónica menor (melódica), con lo cual todas las sustituciones posibles (I-Δ // II7susb9 // IIIΔ#5 // IV7#11 // VIø // VII7alt) pueden reemplazar a los m6.
En el ejemplo del video, un turnaround I VI II V (CΔ A7 D7 G7), pasa a ser CΔ D7alt A7alt E7alt
Creo que es una aplicación muy básica y que puede rápidamente convertirse en un cliché, como todos los conceptos que entendidos en forma superficial se utilizan con fines efectistas.
Sin embargo el potencial del concepto de polaridad, y en forma más general de resonancia inferior abre muchas puertas para la exploración.
La moda hoy es el re-descubierto Levy, pero estas ideas son muy anteriores y fundamentadas sobre principios más amplios.
Este tutorial desde mi punto de vista es un claro ejemplo de cómo convertir un idea enorme en un recurso rápido y barato, pero a veces las pequeñas iniciativas despiertan el interés y son un punto de partida y no un final muerto.
Espero que quienes exploran la armonía con paciencia y honestidad encuentren inspiración en algunas de estas ideas.
Finalmente quisiera dejar una sugerencia basada en estas progresiones en el círculo de quintas y tiene que ver con olvidar el concepto de resolución típica V I y abrir la posibilidad de invertir el orden.
Primero en forma diatónica, luego por quintas justas, utilizando cada tipo de acorde en forma sistemática.
Tal vez uno de los conceptos más nocivos encontrado en los textos de Jazz sea lo que inocentemente se expone como el correcto orden del círculo de quintas "descendentes", justificado por las típicas progresiones II V I, etc. Es válido, pero es sólo una opción y parte de una realidad más amplia.